Era tan pobre que usaba un saco de papas para ir a la escuela. Ahora todo el mundo me conoce

0 Fidyo

¡Hola, amigos! ¿Cómo están? Espero que muy bien. Decidí compartir con ustedes la historia de una pequeña niña, cómo creció y todas las dificultades que tuvo que enfrentar para que recuerden que no hay nada imposible en este mundo. Esa niña descubrió que encontrar tu lugar en el mundo es lo único que importa. Esta es mi historia. Nací en un pequeño pueblo rural en Misisipi, en el seno de una familia afroamericana pequeña y terriblemente pobre. Mis padres se enamoraron en el momento en que se conocieron, pero nunca se casaron. Se separaron poco después de que yo naciera. Por supuesto, me quedé con mi madre, o, mejor dicho, con su mamá, ya que ella tenía que trabajar para alimentarnos. Acabó por mudarse al norte, y yo me quedé con mi abuela. La granja en donde vivíamos estaba muy aislada, y no había otros niños con los que jugar. Solía entretenerme actuando frente a un público imaginario, y también me creaba mis propios juguetes. Transformaba el maíz en muñecas y jugaba con ellas porque, ya sabes, nuestra familia no podía permitirse unas de verdad. Pero no es que fuéramos miserables, solo era una niña que buscaba divertirse. Sin embargo, tampoco tenía mucho tiempo libre a causa de mi abuela. Siempre intentaba buscarme alguna tarea vinculada con los estudios. Bajo su control estricto aprendí a leer a los dos años y medio. Mi abuela también era una mujer muy religiosa, así que el primer libro que leí fue la Biblia. Aunque era muy pequeña, no pasaría de los dos años, recuerdo que, en una ocasión, les hablé a todos en la iglesia acerca del día en que Jesús regresó de entre los muertos. Todo el mundo se asombró por la manera en que me puse de pie y hablé. Decían que tenía talento, y felicitaban a mi abuela. Sentí que ella estaba orgullosa de mí, y eso me gustó. Sé que ella me amaba y quería lo mejor para mí, pero era una mujer muy severa. Es decir, nunca tuvo reparos a la hora castigarme. Así que también recuerdo el sonido silbante que hacían las varas cuando la abuela me golpeaba, y aún siento escalofríos en la espalda por eso. No sé si fue por los métodos de mi abuela o si yo tenía algún talento especial, pero logré escribirle una nota a la maestra el primer día de escuela para informarle que pertenecía a primer grado. Quedó asombrada, y me enviaron directamente a la escuela primaria, salteando el preescolar. Aunque me iba bien en los estudios, no me sentía cómoda yendo a esa escuela. Además, mamá seguía sin encontrar un trabajo estable. Hubo una época en la que tuve que usar un vestido hecho con un saco de papas. La abuela se esforzó para que se viera decente, pero todos se dieron cuenta de qué estaba hecho. Mamá nunca podía visitarnos en aquel entonces, y yo la extrañaba todo el tiempo. Soñaba con el momento en que regresara y me llevara a vivir con ella. Solo entonces seríamos felices. Supongo que mi sueño no estaba destinado a cumplirse, ya que regresó para llevarme, pero solo porque no tuvo otra opción: mi abuela estaba muy enferma y ya no podía cuidarme. Así que, a los seis años, me uní a mi mamá y a mi media hermana a una vida en un vecindario muy marginado en el gueto. Era un lugar lleno de gente. Mamá trabajaba limpiando casas y casi nunca estaba con nosotras. Pero siempre había personas cerca, ya sabes: amigos de mamá y otros parientes lejanos que yo no conocía muy bien. No sé si en algún punto se cansó de cuidarme o si hubo otra razón, pero, al poco tiempo, mamá me envió a vivir con mi papá y su esposa en Nashville. En aquel entonces tenía doce años. Ellos parecían muy felices de haberme recibido, y a mí también me agradaba vivir ahí, ¡hasta tenía mi propio cuarto! Ellos también iban seguido a la iglesia, así que regresé a mis discursos en reuniones sociales y misas. En una ocasión, gané 500 dólares por un discurso. Pero supongo que aún necesitaba el amor de mi madre, porque, cuando papá me llevó a visitarla, decidí quedarme con ella de nuevo. Lamentablemente, resultó ser la época más dura de mi vida, y algún día tendré la suerte de olvidarla. ★ Suscríbete a ASÍ ES LA VIDA: http://bit.ly/2rH5mEv ★ ¿QUIERES QUE TRANSFORMEMOS TU HISTORIA EN UNA ANIMACIÓN? ENVÍALA A yt@tsp.cool ¡UN ACTOR PROFESIONAL LE DARÁ VOZ, Y UN ANIMADOR LA CONVERTIRÁ EN UN VIDEO! #ASÍESLAVIDA Música por Epidemic Sound: https://www.epidemicsound.com ----------------- Genial: https://bit.ly/2yVOPiy IDEAS EN 5 MINUTOS: https://bit.ly/2MqcsWv; https://www.instagram.com/ideas.en.5.minutos/ Ideas en 5 minutos NIÑOS: https://bit.ly/2T4e93H Ideas en 5 minutos FAMILIA: https://bit.ly/2H6H7bX IDEAS EN 5 MINUTOS CHICOS: https://bit.ly/2TxmyJ8 Ideas en 5 minutos CHICAS: https://bit.ly/2GSttKg ACERTIJOS EN 7 SEGUNDOS: https://bit.ly/2TkWxQm Super Slime Sam: https://bit.ly/2NyPQ80 123 GO! Spanish: https://bit.ly/2I6lXLx DOODLEMUNDO: https://bit.ly/2HPRWQR Ideas en 5 minutos JÓVENES: https://bit.ly/2WGLH50

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